domingo, 13 de mayo de 2007

Una noche en la Blondie


Sábado por la noche, Chi puerco y yo nos preparábamos para salir, yo estaba muy entusiasmado por conocer las fiestas santiaguinas, él me dijo que íbamos a ir a una disco llamada “Blondie”, donde un ex compañero de trabajo ponía música, el Chico Peréz se llamaba. Cuando la puerta del chancho recién se abrió, pude ver la imagen de un puerco con exceso de perfume y gel en el cabello, con una camisa amarilla media abierta que dejaba ver sus pelos en el pecho, era Chi puerco. Me tocaba arreglarme a mí, baje la tapa del retrete, que para variar el puerco no había tirado la cadena, tuve que lanzar un poco de desodorante ambiental para poder seguir ahí lo suficiente para lavarme los dientes y peinarme un poco.

Bajamos hasta el paradero que estaba frente al departamento, saqué mi tarjeta Bip, me puse en puntillas y la acerque a una maquinita. Nos sentamos en las escaleras de la parte de atrás del bus. Chi puerco se arreglaba su peinado que había logrado con el poco pelo que tiene, yo mientras miraba entre las faldas de las mujeres que iban de pies. Llegamos a la Alameda donde estaba la disco y nos pusimos al final de una larga fila que había para entrar, detrás de dos mujeres que vestían unos trajes negros con encajes, las caras muy pintadas y unos bototos casi de mi altura. Las dos no dejaban de manosearse entre ellas con sus manos adornadas con unas largas uñas de rojo intenso. Mientras miraba el espectáculo escuche un grito agudo que llamaba a Chi puerco, al darme vuelta miré que venía corriendo hacia nosotros un tipo que en vez de polera usaba una malla rosada que dejaba entrever sus tetillas, pantalones de cuero ajustados y unos lentes blancos redondos del porte de dos platos de té.

.- “¡¡¡Puerco de mierda que hací aquí!!!!” Dijo el “hombre” con voz fina y con una gestualidad media extraña. Y remató “Presenta a tu amigo po huevón” dijo mientras me miraba hacia abajo por sobre sus lentes de sol. “Ah mierda” me decía a mi mismo mientras sonreía por cordialidad y miraba al puerco tratando de buscar un respuesta, a lo que me dijo “después te explico…”.

Adentro me explicó que era el único lugar que me iban a dejar entrar por mi apariencia y que además conocía a los dueños. En la barra nos encontramos con otro amigo del puerco, era otro maricón del Jet Set criollo que se habían conocido cuando el cerdo pituteaba en el “SQP”. “José Miguel, él es el Trauco, tiene un blog igual que tú, anda en busca de mujeres vírgenes” Yo sólo atinaba a tomar cada vez sorbos más grandes de mi Vodka tónico mientras le hacía un gesto al braman que me trajera dos más iguales.

Una rubia al otro lado de la barra me sonreía y me hacia unos gestos para ir al baño, se paró y fue, a lo que yo la seguí, de fondo sonaba “I will survive”, yo me arreglaba mi camisa y abrochaba mis zapatos Colloky que había conseguido en una tienda de calzado para niños. Entré al baño y la rubia había desaparecido, una mano me tomó por la espalda y me lanzó contra un inodoro, subió la falda y… “OH DIOS MÍO” pasé bajó sus piernas y corrí al igual como arrancaban los Hobbits en “El señor de los anillos” hacia la salida, hice parar un taxi y juré jamás volver a esa disco ni comentar esa noche con el puerco…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ja, ja , me imagino típico cuarentón que sale a carretear.

Diana dijo...

Al igual que Chi-puerco y el Trauco, yo también he ido a la Blondie.
Estube bailando cerca de un chico con pantalones apretados de cuerina y una polerita de "Bob Espoenja" que dejaba ver perfectamente su ombligo.
En un momento nos miramos y me hace una señal con la mano para que yo me acercara. Me acerqué y entonces tomó mi cara y trató de besarme. La única palabra de salvación que salió de mi boca fue - ¡Estoy comprometida! - mientras movía mis manos hacia los lados para indicar mi negación. Para "salvarme" un amigo le dijo - ¡Oye, pero yo sí!...jajaja - pensando entonces en la heterosexualidad del chico. De un momento al otro el chico tenía tomado a mi amigo de la cara y él era quien ahora argumentaba con su compromiso para salir de la engorrosa situación. ¡Yo estoy comprometido también!- gritaba. Entonces el chico lo soltó y sin basilar cogió con una sola mano los testículos de mi amigo y apretandolos le dijo - entonces no me voy sin nada - .
Mi amigo estubo toda la noche buscando alguna chica para agarrársela y recuperar su hombría. Lamentablemente era fiesta "Tatoo", es decir, todas eran lesbianas.

Quizás por ahí los vi mientras bailaba "Tatoo" con algunas lesbiana amigas jotes, que si también fueran lesbianas me las habría hecho chupete. JAJAJA
chao!


PD:mejoró notablemente la acentuación y la redacción. Puntos seguidoooos!

Anónimo dijo...

tal vez lo mejor que se puede encontrar en la Blondie es a el trauco o a un cerdo bailando( entre tanto epsecimen)

ESTUKADOS dijo...

Ya pue, cuando otra història, necesito un poko de risa en estos dias.

Saludos.